Haz un registro de las situaciones que te causaron más estrés: identifica las situaciones que te causaron más estrés y cómo reaccionaste ante cada una. Piensa “¿qué puedo hacer diferente?” o “¿qué puedo mejorar?”, ya que esto te va a permitir crear estrategias y mecanismos para hacer frente a estos factores desencadenantes (“triggers”).
Divide bien tu tiempo personal y tu vida profesional: uno de los mejores consejos para evitar el agotamiento es organizar bien tu tiempo. Cuando sales del trabajo, no te sienta culpable de que todavía haya correos electrónicos para leer. Tómate su tiempo personal y separa bien los dos.
Aprende a priorizar en tu vida laboral: si tienes problemas para alcanzar tus metas, prioriza. Comienza con las tareas más difíciles, que necesitan más concentración y dedicación de tu parte. Durante el resto del día, puedes “relajarte” un poco.
No seas demasiado perfeccionista: es importante estar orgulloso de lo uno hace, pero el perfeccionismo puede estimular estrés y llevar al agotamiento emocional o burnout. Acepta que ninguna situación es perfecta y establece metas realistas para tu trabajo.
Haz pausas a lo largo del día: nadie puede mantener su concentración durante 8 horas. Una forma de aliviar el estrés a lo largo del día es tomar varios descansos breves de 5 a 10 minutos. Aparta la vista de la pantalla, haz algunos estiramientos y recarga las pilas.
Busca ayuda y habla sobre tus sentimientos: si el estrés se está apoderando de tu vida y tienes síntomas de agotamiento, busca ayuda. Aquí encontrarás servicios de psicoterapia que te ayudarán a lidiar con tus sentimientos y, poco a poco, a hacerlo todo más llevadero.
Desarrolla tu inteligencia emocional: la inteligencia emocional es fundamental para afrontar las dificultades del día a día. Y la buena noticia es que la inteligencia emocional se desarrolla con el tiempo, con la madurez, y consultas de psicoterapia para desarollar el autoconocimiento y la conciencia de quiénes somos.
Aprende a decir "no": si eres de esas personas que no saben decir "no" cuando un compañero te pide ayuda, cuando tu hermana necesita montar muebles o cuando el colegio de tus hijos va a organizar una fiesta, aprende a decir “no”.
Bebe agua a lo largo del día y haz una dieta equilibrada: “mente sana en cuerpo sano”. Cuando estés pasando por situaciones estresantes, evita alimentos grasos, bebidas estimulantes (como el café) y mucha azúcar. Bebe al menos 2 litros de agua, come frutas y verduras ricas en vitaminas.
Duerme bien y intenta tener una rutina para dormir: en algún momento, apaga la pantalla, el correo electrónico y el teléfono. Es importante crear una rutina para dormir bien y por lo menos de 7 a 8 horas al día.
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