Quizás nunca habías escuchado la palabra topografía hasta que empezaste a construir una casa y te diste cuenta de que tenías que hacer un estudio topográfico. La topografía es la representación gráfica de un terreno, tanto en términos de planimetría como de altimetría.
A nivel de planimetría se encuentran todos los elementos del plano horizontal, como muros, ruinas, otras edificaciones, ríos, arroyos, tanques de agua y alcantarillas, postes de electricidad, etc.
En cuanto a la altimetría, existen todos los elementos sobre el terreno y el relieve. Por eso se realiza la representación gráfica de valles, depresiones, taludes y todos los elementos orográficos.
¿Cómo se hace el levantamiento topográfico?
Como puedes ver, el levantamiento topográfico representa todas las características del terreno. Para recopilar toda la información necesaria, se pueden aplicar varias técnicas:
topografía convencional, con teodolitos, prismas, niveles, etc;
topografía láser, para analizar grandes áreas;
topografía aérea, que permiten llegar incluso a zonas remotas.
Desde la década de 1980, el levantamiento también se realiza con la ayuda de ordenadores, de modo a cruzar la información con distintas fuentes y obtener un mapa topográfico aún más preciso.
Los precios de topografía varían según el profesional, pero se suelen presentar por €/ha (euros por hectárea). Pero algunos topógrafos prefieren presentar el precio por hora, por lo que tienes que sacar cuentas a la hora de contratar un topógrafo.
¿Para qué sirve el levantamiento topográfico?
El levantamiento topográfico permite mejorar la planificación urbana, es decir, decidir dónde realizar obras públicas, ya que ofrece más seguridad a quienes construyen su propia casa.
Gracias a la planificación topográfica, los arquitectos e ingenieros civiles pueden decidir dónde colocar los pilares de la casa, cómo conseguir más estabilidad estructural y cómo lidiar con todas las limitaciones del terreno (ubicación de agua, alcantarillado, pendiente, entre otras).
Además, en ocasiones los levantamientos topográficos son útiles para resolver casos de escrituras muy antiguas con mojones rudimentarios (“el terreno es mío hasta esa piedra”), de herencias en las que hay dificultad para percibir los límites del terreno o para dividirlo.
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