A diferencia de los gatos, que se limpian solitos, los perros no son conocidos por su higiene. Por eso, hay varios cuidados de higiene que debes tener con tus perros: bañar, cepillar su pelaje, esquilar y limpiar bien sus patas después del paseo. Pero si no sabes cómo bañar a tu perro, aquí tienes 4 consejos para bañar a tu perro:
Relaja a tu perro antes de bañarlo
Es muy importante que tu perro esté relajado antes de bañarlo. Puedes bañarle después de un paseo, para que no tenga tanta energía, o después de jugar. Llévalo con calma a la habitación donde lo vayas a bañar para que no se estrese.
Usa agua tibia o agua caliente
¿Te gusta bañarte en agua fría? A tu perro tampoco. Por eso, debes utilizar agua tibia o agua caliente para bañar a tu perro. Prueba primero la temperatura del agua en tu muñeca y moja gradualmente a su perro para ver si se siente cómodo con la temperatura.
Usa un champú adecuado
¡No intentes usar tu gel de ducha o tu champú! Como el champú cambiará el olor del animal, lo mejor es utilizar un producto especial para animales. Si el objetivo es esquilar el pelo a tu perro, busca servicios de cuidado y peluquería para mascotas para hacer las dos cosas a la vez.
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No dejes que se te escape
Cuando las patas comienzan a mojarse, tu perro puede resbalar fácilmente. Así que usa una alfombrilla de goma para ayudar a que tu perro no se resbale. Si vas a bañar a tu perro en el jardín, es preferible que sea en una zona con césped o cemento (en lugar de piedra o baldosas).
¡Seca con cuidado!
¡Hay muchos perros a los que incluso les gusta bañarse, pero hay menos perros a los que les gusta cepillarse y secarse! Empieza por secar sus patitas con una toalla y luego seca el resto del pelaje. Es muy importante absorber la humedad con la toalla y solo entonces usar la secadora.
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