Tomar fotografías parece fácil. Todos podemos hacernos una foto con el móvil, ¿no? Pero luego vemos el resultado y no se compara con las fotos que vemos en internet, en los perfiles de los fotógrafos, en las exposiciones o en la publicidad... Y es que la fotografía parece sencilla, pero no lo es. Hay varios elementos que influyen en una composición fotográfica, como el color, las texturas, la distancia o los puntos.
Uno de esos elementos es precisamente el equilibrio. El equilibrio está vinculado al “peso visual”. La definición de peso visual no es difícil de entender. Cuando ves una prenda o una imagen con mucha información gráfica (demasiados colores, demasiadas palabras, etc.), puedes decir que se ve “pesada”, como un “mono”.
Por lo tanto, lo ideal es que las partes de la foto tengan una cantidad similar de peso visual y que haya un equilibrio entre ellas. Imagina que hay un eje en el medio: ¿para que lado se tumba la escala? ¿Y cómo puedes asegurarte de que las dos mitades de la foto tengan el mismo peso visual?
Siempre debes prestar atención a los colores muy vivos, las texturas extravagantes, las zonas que provocan un gran contraste, las áreas muy luminosas y las imágenes puntiagudas. Si estás fotografiando personas, normalmente las áreas que requieren más atención son las caras y los ojos.
¡Pero tampoco es necesario que la fotografía esté perfectamente centrada! Solo debes asegurarte de que el peso esté distribuido uniformemente. Y hay docenas de trucos que puedes aplicar. Por ejemplo, contrarrestar el peso de un elemento pesado si lo fotografas desde lejos. La distancia ayudará a "suavizar" el peso y garantizará que el resultado final sea equilibrado.
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