Desafortunadamente, todos envejecemos. Y envejecer implica perder movilidad, perder algunas habilidades, vivir con enfermedades crónicas y una disminución de la calidad de vida. Cuando hay un empeoramiento del estado de salud, muchas familias piensan que es el momento de buscar una residencia para ancianos. Pero, en muchos casos, existe una alternativa a la residencia para ancianos: la asistencia domiciliaria o ayuda a domicilio.
Obviamente, este es un tema que se debe plantear a lo largo del tiempo. Cada caso es un caso. Sin embargo, cuando se está recuperando de una cirugía o de un diagnóstico de una enfermedad que no afecta las capacidades mentales, para poner un par de ejemplos, es posible que la persona mayor permanezca en su hogar con el cuidado adecuado. Descubre los beneficios de la ayuda a domicilio:
Vivir en su propia casa es muy importante para las personas mayores. Esto les permite mantener una rutina, permanecer en un barrio que conocen y seguir viviendo en su hogar.
Una rutina de salud y atención personalizada. En el caso de las personas mayores que tienen alguna enfermedad crónica, el cuidador a domicilio controla la medicación, ayuda con los cuidados diarios y sigue un plan personalizado.
Seguimiento continuo. Con el tiempo, el cuidador va conociendo a la persona mayor y sabe cuándo algo es “de la edad” o un signo de algo más grave, como problemas de memoria, pérdida de peso, dificultades motoras, etc.
Una dieta nutricionalmente equilibrada. Las comidas no siempre están incluidas en la ayuda a domicilio, pero a menudo sí lo están. Esto garantiza una alimentación adecuada a su peso, edad y patologías que pueda padecer (diabetes, hipertensión, entre otras).
Mantener sus mascotas. Los animales son un gran apoyo emocional, pero lamentablemente las residencias de ancianos no los aceptan. Por lo tanto, tener animales es uno de los mayores beneficios del apoyo en el hogar.
Independencia y autonomía. Mientras están en su hogar, las personas mayores pueden mantener su independencia y tener la autonomía para decidir a qué hora comer, qué programa de tele ver, a qué hora dormir y con quién quieren socializar.
Más privacidad. En la misma línea de pensamiento, vivir en su casa les brinda más privacidad que un hogar, donde a menudo tienen que compartir una habitación con extraños.
Alguien con quien hacer su rutina. Todo depende de lo que hayas acordado con el cuidador, pero muchas veces cabe la posibilidad de que el apoyo domiciliario se extienda a otras ocasiones, como citas en el médico, idas a la farmacia, eventos sociales, paseos y otras actividades.
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