Muchas parejas se dividen entre la contratación de una banda o un DJ para su fiesta de boda. En mi opinión, ninguno es mejor que el otro, pero los resultados son absolutamente diferentes.
Una banda de música en vivo tiene más espacio para improvisar y crear interacción con el público. Podría decir que parece más real. ¿El inconveniente? Tus canciones favoritas pueden no sonar exactamente como el álbum. Para aquellos que están pensando en oir un"I Will Always Love Yooooooou", ¡solo hay un Whitney Houston!
Yo diría que contratar una banda de música encaja más en una boda más clásica o retro. En el primer caso, estoy hablando de bandas de boda que tocan las baladas clásicas, de pasar la noche bailando románticamente. En el segundo, estoy hablando de bandas de rock, twist y blues, que se han vuelto muy populares entre las parejas que hacen fiestas inspiradas en los años 50 y 60.
Un DJ, aunque sea un profesional, puede convertirse en una opción más económica. Las canciones, por supuesto, están grabadas y obviamente yas las habrás escuchado. El inconveniente es que puede parecer un espectáculo como cualquier otro, sin nada que lo distinga de una lista de música de un bar.
Sin embargo, contratar a un DJ es la mejor opción para cualquier persona que le guste la música electrónica, el techno o el electro-pop, ya que es más difícil de tocar. Si a tus invitados les gusta quedarse en el club nocturno hasta el cierre, seguramente esa es la opción correcta. Al elegir la decoración, puedes usar luces o lámparas de discoteca para mejorar este efecto.
Como expliqué, una banda no es necesariamente mejor que un DJ o viceversa. Ambas opciones son válidas: ¡todo depende de lo que imagines para tu gran día! Pero una cosa es cierta, no faltará la animación.
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