La chinche del pino es una plaga endémica en España que ataca fatalmente a nuestros pinos y cedros, pero también tiene consecuencias para humanos y animales que tienen la mala suerte de entrar en contacto con las orugas.
En primer lugar, aprende a reconocer la chinche.
La chinche se mueve “en procesión” desde los árboles hasta el suelo, donde se entierran para iniciar la etapa de pupa. Un año después, alcanzan la edad adulta y se trasladan a las copas de los pinos.
El cuerpo de las chinches se divide en pequeños segmentos. Cada uno tiene miles de pelos anaranjados urticantes que se sueltan y esparcen por el aire a medida que la chinche se desplaza.
Estos pelos pueden entrar fácilmente en contacto con un ser humano o una mascota. Los perros que llevas a pasear al aire libre están en mayor riesgo y pueden sufrir una reacción alérgica. Si esto sucede, podría ser una emergencia veterinaria. Los signos de contacto y posibles efectos de la oruga del pino en tu mascota serán:
reacción de urticaria: mucha picazón, ardor, piel roja e hinchazón. Estas lesiones cutáneas pueden ir acompañadas de vesículas.
irritación de los ojos: parece conjuntivitis con ojos rojos, picazón e hinchazón.
la inhalación de pelos de pino puede provocar tos y dificultad para respirar.
¿Cuál es el tratamiento para la alergia a la procesionaria?
Todavía no existe un antídoto para la intoxicación del chinche, por lo que lo mejor es prevenir:
las épocas de mayor actividad son el otoño y la primavera.
evita pasear a tu perro cerca de pinos
si tienes un jardín, aplica insecticida para las chinches
Si tu mascota ha tenido contacto con la chinche, busca inmediatamente un veterinario para ayudarte. Puedes conseguir un veterinario en Madrid o un veterinario en Barcelona.
Mientras tanto, retira los pelos (con guantes y pinzas o esparadrapo, por ejemplo) y lava la zona afectada con agua abundante.