Si eres un fan confeso de anticuarios y pequeñas ferias, quizás estés buscando un servicio de restauración de muebles. Pero, especialmente ahora que no puedes salir de casa, aprender a pintar con chalk paint es otra opción que te va a encantar. El chalk paint (pintura a la tiza) es una tinta decorativa muy versátil, fácil de utilizar y sin olor (¡ideal para pintar en casa!). Además tiene un acabado vintage y muy boho que va a quedar como un guante a muebles antiguos y pequeños tesoros que hayas encontrado en el sótano de tu abuela. Veamos, entonces, cómo restaurar un mueble con chalk paint.
Paso 0. ¿Pensabas que íbamos empecer una receta sin la lista de ingredientes? Esto es lo que vas a necesitar:
1 envase de chalk paint
1 bote de cera transparente para chalk paint
1 cubeta de pintura, 1 rodillo
1 par de brochas (la mejor calidad posible) y 1 rodillo de pintura
1 hoja de papel lija, 1 paño de algodón
1 bastoncillo de madera.
Paso 1. Antes de utilizarla, debes mezclar con un palo de madera el chalk paint. Cuando obtengas un color homogéneo, puedes empezar a pintar. Para muebles con superficies anchas y lisas, usa un rodillo de pintura. Si es una superficie con relieves, usa las brochas primero y luego pasa un rodillo para quitar los goteos que queden.
Paso 2. Déjalo secar (durante un día para jugar por lo seguro, pero cinco o seis horas será suficiente). Cuando la pintura esté completamente seca, comienza a lijar. Esto lo dejará todo aún más homógeneo y le dará el aire desgastado que buscamos.
Paso 3. Después de tener el mueble lijado, nos queda solo el toque final: la cera. La cera evita que se adhiera polvo al mueble, que se manche con facilidad y le da un toque más suave. Aplica una pequeña cantidad en pequeños golpes y, antes que se seque, usa un paño de algodón humedecido para extenderla por toda la zona. Házlo despacio porque, si te quedas con alguma mancha, no saldrá.
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