1. Reúne todos los materiales
Para pintar los interiores vas a necesitar de pintura, un rodillo, una bandeja, brochas de diferentes tamaños, lijas para alisar la pared, espátula, masilla, una imprimación y materiales para proteger el suelo, los interruptores, enchufes y muebles. Como no quieres que te falte nada justo a mitad de la pintura, ¡comprueba si lo tienes todo antes de empezar!
2. Empieza por el techo
La casa no se empieza por el tejado, pero las pinturas de interiores sí. Si vas a pintar tu casa, empieza por el techo. Solo entonces te debes atrever con las paredes. Si te gustaría pintar también la madera, después haz las puertas y ventanas y, por último, los zócalos. La lógica siempre es ir de arriba hacia abajo.
3. Prepara la pared
¡Si no te “pierdes” el tiempo para preparar la pared, todas las imperfecciones se notarán! Por eso, al empezar a trabajar, es importante nivelar la pared, masillar todos los huecos y lijar al final. Si tienes un desnivel muy grande y exceso de yeso, utiliza una lija de grano 80 o 100. Por el contrario, si solo quieres corregir una pequeña imperfección, utiliza una lija de grano 220 o 240.
4. Aplicar la imprimación
Para hacer una pintura interior, otra cosa que no debes pasar por alto es la imprimación. La imprimación ayuda a nivelar la pared, previene las manchas y ayuda a que el color de la pintura se pegue mejor. Aplica la imprimación siempre con la ayuda del rodillo, en el sentido de arriba hacia abajo.
5. Consulta siempre las instrucciones para aplicar la pintura
La pintura necesita ser diluida con agua para que quede uniforme y con el tono que desees. La mejor manera de hacer esto es usar una bandeja y usar los porcentajes recomendados en el paquete (generalmente 30%, pero esto puede variar). De l contrario, ¡puede que tus paredes no se queden con el color que esperas!
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