¿Nada como usar hierbas aromáticas frescas en tus cocinados, verdad? Si te gustaría oler menta fresca por tu casa o hacer un té de manzanilla al momento, te damos algunos trucos para comenzar tu propio jardín interior de hierbas aromáticas en tres tiempos.
Escoge un buen suelo
Bueno, este truco vale tanto para jardines de interiores como de exteriores. No puedes cultivar nada si no tienes un buen suelo. En el caso de tus hierbas aromáticas, escoge una tierra para macetas, que es la que va a drenar mejor. Rega con regularidad (toca la tierra para ver si está húmeda o seca) y, de vez en cuando, aplica fertilizante biológico (si haces compostaje, también sirve).
Sol: ni mucho, ni muy poco
La mayoría de las plantas aromáticas prefiere temperaturas entre dos 18 y los 21ºC. Así en Invierno tendrás que dejarlas al Sol, pero en Verano lo mejor es buscar un local más cálido en tu cocina. Si puedes, escoge un lugar con poca oscilación de temperatura. Para quienes viven más al Sur de la península, hay plantas que resisten mejor al calor, como la albahaca, y que sobrevivirán con más facilidad.
Cada planta por separado
No mezcles varias plantas en una maceta. Si ya lo has hecho, busca un servicio de jardinería que te ayude a transplantar las plantas. Acuérdate que cada planta tiene necesidades distintas de agua, de minerales y incluso de apoyo (algunas necesitan de una red para crecer y otras no, por exemplo). Además, plantar por separado haz con que sea más fácil controlar las plagas si algún día llegan a aparecer.
Atrévete con tu jardín
Plantar hierbas aromáticas no es muy distinto a plantar vegetales en macetas. (¡Sí, también puedes hacerlo! Mira aquí 9 vegetales que puedes plantar en macetas y escoge tus favoritos. También puedes darle un toque DIY a tus macetas al reutilizar frascos o latas, al decorar con molinos de viento hechos por tus hijos en el cole, etc. Al final, ¡es como cualquier otra parte de tu casa!
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