Tu gatito es adorable, ¿verdad? Pero, ¿sabías que los gatos alcanzan su madurez sexual entre los 4 y los 6 meses? Así que, aunque parezca que tu gatito acaba de empezar a caminar, saltar e ir la cajita de arena por sí solo, debes pensar en castrarlo (si es un macho) o esterilizarlo (si es una hembra).
¿Qué es la castración o esterilización?
La castración o esterilización es una cirugía común para extirpar los órganos reproductivos sexuales de tu gato. En el caso de los machos, se extirpan los testículos. En el caso de las hembras, se extirpan el útero y los ovarios, lo que evita que la gata tenga el celo.
¿Cómo se esterilizan los gatos?
Antes de castrar o esterilizar a tu gato, es necesario que pidas una cita en el veterinario. El gato no debe comer el día anterior a la cirugía y no debe beber agua el día de la cirugía. Por lo general, los veterinarios te pedirán que dejes el gatito en la clínica a primera hora de la mañana y podrás recogerlo más tarde ese mismo día.
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La cirugía se realiza bajo anestesia general, por lo que tu gatito no sentirá nada. Antes del alta, el médico también le administrará una inyección de un analgésico para reducir el dolor. En principio, entonces solo hay que tomar un antibiótico para que no se infecte la cicatriz (en el caso de las hembras). Por lo general, los machos no necesitan más medicación.
En los primeros días, es posible que notes algunos cambios de humor en tu gato. Puede estar más tranquilo o lamerse más. Sin embargo, la mayoría de las mascotas vuelven a la normalidad como si nada. En caso de duda, está atento y comunícate con tu veterinario sobre cualquier síntoma preocupante.
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