Ya nadie cuestiona que el ejercicio es parte de un estilo de vida saludable. Según la OMS, los adultos deben realizar una actividad fÃsica moderada entre 150 (2 horas y 30 minutos) y 300 minu
tos (5 horas) por semana o entre 75 (1 hora y cuarto) y 150 (2 horas y 30 minutos) de actividad fÃsica intensa. Sin embargo, para las personas con enfermedades alérgicas, el ejercicio es un desafÃo.
El caso ejercicio fÃsico, incluso moderado, puede desencadenar sÃntomas de asma. Es por eso que las personas con enfermedades alérgicas suelen tener un peor desempeño en las clases de educación fÃsica y en el gimnasio. Por otro lado, también se ha demostrado que el deporte mejora la salud cardiorrespiratoria, por lo que tiene un impacto positivo en el control de enfermedades.
Pero, ¿cómo es posible controlar la enfermedad con algo que desencadena los sÃntomas? Parece contradictorio.
¿Por qué el deporte causa problemas respiratorios?
Empecemos por averiguar qué causa los sÃntomas. La dificultad para respirar suele aparecer después de hacer ejercicio y no durante el mismo. También son más comunes en el ejercicio al aire libre (que suele requerir más esfuerzo cardiorrespiratorio, especialmente en el frÃo) y en deportes de alta resistencia como las carreras de larga distancia, el ciclismo y la natación.
De hecho, existen estudios que apuntan a que la natación es el deporte en el que la mayorÃa de deportistas se quejan. Un cuestionario en un club portugués encontró que el 30% de los nadadores tenÃa alergias, el 24% tenÃa rinitis y el 13% tenÃa asma. Sin embargo, solo el 9% usaba medicamentos para aliviar el asma y solo el 5% usaba medicamentos con regularidad.
¿Qué hacer si tiene asma y quiere hacer deporte?
Los atletas con problemas respiratorios siempre deben consultar a su inmunólogo para revisar la terapia con corticosteroides y broncodilatadores. Estos medicamentos previenen el empeoramiento de los sÃntomas durante la práctica de deportes.
Una vez que comprendas cuáles son los deportes con más riesgos y controles la enfermedad inducida por el deporte, romperás un cÃrculo vicioso. Cuando finalmente logres practicar deportes sin temor a sufrir un ataque de asma, por ejemplo, sentirás todos los beneficios del ejercicio regular, incluidas las mejoras en tu estado de ánimo y la prevención de ansiedad.
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