¿Qué es la enfermedad de Alzheimer? ¿Cuáles son sus causas, síntomas y cómo puede ayudar la psicoterapia?
La enfermedad de Alzheimer es un tipo de demencia que provoca la pérdida de capacidades cognitivas (memoria, atención, concentración, pérdida de vocabulario) de forma progresiva e irreversible.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad de Alzheimer?
Los síntomas del Alzheimer aparecen con el tiempo y de forma gradual. Las personas que sufren de Alzheimer pueden tener:
pérdida de memoria, que empeora con el tiempo;
descuido en el trabajo y la apariencia, que inicialmente parecen “distracciones”;
desorientación espacial y temporal, así como cambios en la percepción;
dificultades en “encontrar la palabra” y empezar a olvidar palabras;
a medida que avanza la enfermedad, pueden tener un habla más arrastrada;
dificultad de comprensión e irritabilidad;
junto con la pérdida cognitiva, los movimientos se vuelven más descoordinados.
El diagnóstico se realiza a través de la historia clínica, evaluación cognitiva (pruebas para identificar problemas de memoria, habla, orientación) y evaluación funcional (ver si el paciente siempre tiene el mismo rendimiento).
¿Puede ayudar la psicoterapia?
Hay varios factores que contribuyen al desarrollo de la enfermedad de Alzheimer y no todos ellos son bien entendidos por la ciencia.
Sin embargo, hay algunos factores que parecen “protegernos” del problema, entre ellos tener estimulación diaria (terapia ocupacional) y tener una buena red de apoyo. Hacer las pequeñas tareas del día, como ir de compras, memorizar listas y pagar las cuentas, son “antídotos” contra el deterioro cognitivo. Para las personas mayores, hacer crucigramas, acertijos y otros pasatiempos que requieren mucha concentración reducen la probabilidad de contraer la enfermedad de Alzheimer en un 47%.
Por otro lado, el estrés, la falta de sueño de calidad, una dieta desequilibrada y la falta de ejercicio aumentan la probabilidad de padecer Alzheimer. Por eso es importante que las personas mayores continúen activas y hagan ejercicio moderado. Una psicología en madrid na psicología en barcelona o la psicoterapia puede ayudarlos a darse cuenta de que “la vida aún no ha terminado” y aceptar los cambios causados por el cambio y la vejez.
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