A menudo se considera la Navidad como el "enemigo número uno" de una dieta saludable. Sin embargo, no hay porque exagerar. Si eliges bien qué comer y adaptas tus recetas, no es necesario que te prives de nada. ¡Sigue nuestros consejos para mantener tu dieta incluso durante las vacaciones!
Elige “uno de cada”
Uno de los consejos que tenemos para ti es elegir “uno de cada uno”. Es decir, una sola entrada, un solo primer plato, un plato principal y un postre. El problema con los almuerzos navideños es que muchas personas pican aquí y allá, comen más de un plato y varios postres. Elige solo uno y disfruta de tu favorito.
Equilibra tu plato
Aunque es Navidad, recuerda las reglas del nutricionista: su plato debe tener una cuarta parte de proteínas, una cuarta parte de carbohidratos y la mitad de verduras. Por lo tanto, acompaña tu comida con una ensalada, verduras salteadas, coles de Bruselas, esparregado u otra guarnición a base de verduras.
Adapta la receta del postre
Muchas recetas navideñas no solo son ricas en azúcar sino también en grasas. Si eres la anfitriona, intenta adaptar la receta del postre con ingredientes más saludables (por ejemplo, reemplaza la mantequilla con una alternativa con menos grasas saturadas, el azúcar con azúcar de coco o stevia, etc.).
Haz más ejercicio
Si comiste un poco más de lo habitual, ¡compensa con ejercicio! Mantenerte en forma solo tiene un secreto: ajusta lo que comes al ejercicio que haces. O, en este caso, ajusta el ejercicio a lo que comiste. ¡Busca un entrenador personal en Barcelona para hacer sesiones de entrenamiento extra y quemar todas esas calorías extra!
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